2020: un ciclo extraordinario

IPP 2020.
Primera clase.

Nos encontramos intentando, desde el aislamiento obligatorio, buscar posibilidades para estar conectados y permitir comenzar con algunas actividades académicas desde la distancia. Difícil resulta presentar una propuesta académica para nuestra asignatura y a su vez presentar al equipo de docentes -que son parte de esa propuesta- sin estar junto a ustedes en el aula, que es nuestro espacio de aprendizaje vital.

Las condiciones para una asistencia virtual todavía no están dadas, y esta situación es importante considerarla con mucho cuidado y atención. Estamos atravesando una situación de aislamiento social, preventivo y obligatorio, y esta debe ser la prioridad. Debemos ser conscientes de la gravedad de la pandemia y la urgencia de pensar en el otro, en colaborar con las condiciones para que el Covid-19 no se vuelva un tormento para nuestra sociedad, sobre todo para los sectores más débiles y en riesgo.

Ante esta coyuntura, como comunidad universitaria nos enfrentamos también a la limitación de no poder dar respuestas óptimas. Propuestas estas que normalmente se construyen en el ámbito de la reflexión docente y que por ahora han sido alteradas por este proceso de aislamiento social obligatorio. Por tanto, toda idea más o menos acabada de cómo diseñamos la programación de la asignatura para este ciclo lectivo, ha quedado truncada y sin efecto por el momento. Nos interesa establecer el contacto con la intención de buscar maneras posibles de dar inicio a actividades académicas que logren, como objetivo principal, introducirlos en la materia y permitir propiciar y contribuir con un clima de estudio y reflexión.

¿Porque Introducción al Pensamiento Proyectual?

Todas las carreras universitarias, en algún momento, atraviesan por un proceso de evaluación de alcance nacional, dentro del sistema universitario, establecido por la Ley de Educación Superior del año 1995. La institución responsable de ejecutar este procedimiento es CONEAU (Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria). Esta es la comisión que se encarga de evaluar todos los aspectos de una carrera universitaria, desde lo académico, lo administrativo hasta el estado de infraestructura disponible. Este proceso de evaluación no llevó en el año 2008, como FAUD, a revisar el plan de estudios vigente en ese momento y modificarlo.

Como consecuencia de ello, se replanteó la oferta de asignaturas y sus contenidos, y dentro de estas modificaciones básicas, el nuevo plan creó nuevas asignaturas que, a criterio del claustro docente y de las autoridades de la nuestra facultad resultaban necesarias. De ese proceso nace “Introducción al Pensamiento Proyectual”.

Como en otras carreas y disciplinas, la carrera de arquitectura debía tener una asignatura que introduzca al estudiante en debates acerca de qué es la disciplina arquitectónica, cuáles son sus prácticas fundamentales y cuál es en cuerpo teórico que la diferencia de otras disciplinas. Por lo que ese es el objetivo principal de nuestra asignatura: poner en cuestión una posible filosofía que explique qué es nuestra disciplina y cómo podemos comprender cuáles son los conceptos o nociones teóricas que la definen.

La propuesta académica de nuestra carrera se organiza en cuatro grandes campos de conocimiento: el área de proyecto o arquitectura y urbanismo, el área de morfología, el área de ciencias básica y tecnológia, y el área de teoría, historia y crítica arquitectónica. Es así que nuestra asignatura, por su diseño y fundamentos, genera vínculos principales con dos de estas áreas de conocimiento de la carrera. Primero con el área de arquitectura y urbanismo, por ser la primera asignatura que plantea el problema de la disciplina desde su pensar y su hacer. En segundo lugar, con el área de teoría historia y crítica arquitectónica, por ser una materia teórica vinculada al pensamiento proyectual. Es decir, el pensamiento que deviene de la práctica de proyectar arquitectura, como también se propone introducirnos en algunos aspectos de la historiografía (la historia escrita) de la arquitectura.

Algunas aclaraciones necesarias sobre nuestra propuesta académica.

Es motivo de esta primera “clase” de presentación, abordar distintas temáticas, como los fundamentos pedagógicos, el posicionamiento del equipo de cátedra ante tales fundamentos, la propuesta didáctica que incluye los modos de enseñar y aprender, el tipo de prácticas áulicas, la forma y desarrollo de los trabajos prácticos, la organización de las actividades según el calendario académico y los modos y tiempos de evaluación.

Todos estos temas, como hemos dicho, han quedado alterados, pero podemos sí, abordar ciertas intenciones para que, una vez retomadas las clases presenciales, puedan tener una idea clara de ellas.

El diseño de nuestra asignatura propone centralmente, a los estudiantes, un espacio para la reflexión teórica sobre la disciplina, la comprensión de las relaciones teóricas entre los conceptos y nociones que explican la disciplina desde su práctica primordial, el proyectar, la interpretación de textos teóricos sobre la práctica del proyectar arquitectura y el estudio e interpretación del pensamiento proyectual de arquitectos contemporáneos latinoamericanos, comenzando por el conocimiento e interpretación de su quehacer proyectual.

El objetivo general, según lo expresa textualmente el plan de estudios de la carrera, se logra paulatinamente, mediante prácticas que van desde ejercicios de lectura y comprensión de textos, prácticas teóricas con construcción de relaciones conceptuales hasta producciones creativas que involucran realización de maquetas, fotografía y producción de cortos de video. El conjunto de ejercicios va proponiendo la participación colectiva y practicas áulicas tipo taller.

En contexto del aislamiento social, preventivo y obligatorio, éstas propuestas no son viables y necesitamos proponer un nuevo escenario y así sugerir algunas prácticas que, contemplando las reales dificultades, sea posible considerar que no todos los estudiantes podrán acceder a la información y a la realización de las tareas. Esto exige a que los docentes asuman un compromiso ético con el estudiantado para que el desarrollo de estas actividades sea lo más inclusivo posible.

En términos generales, nuestra propuesta considera realizar un trabajo de lecto-comprensión individual guiada de los textos complementarios que se utilizan en la asignatura, para generar un espacio de intercambio de contenidos que acerquen a los estudiantes al núcleo más importante de la teoría: “el conjunto de saberes y prácticas de la disciplina arquitectónica”.

Sobre nuestra disciplina. Primeros conceptos para pensar.

En circunstancias normales, nuestra primera clase de cada ciclo lectivo pretende no sólo presentarnos ante ustedes, sino que además permite establecer una suerte de esquema y condiciones generales de la cursada. Hoy por hoy, pretendemos sólo introducirlos a los contenidos complementarios a través de este texto y otros que irán acompañando.

Nuestra disciplina, la arquitectura, representa un campo de conocimientos y de prácticas que no siempre son claras. Al inicio de los estudios de grado, los estudiantes carecen de una noción más o menos concreta de lo que implica el desarrollo de la carrera, de los saberes que serán aprehendidos a lo largo de su formación y de las capacidades que desarrollarán para realizar, en un futuro, una serie de prácticas y acciones dentro del campo profesional o académico.

Si bien podemos decir que la profesión es algo que se profesa, que se ejerce, las regulaciones que tiene el campo profesional no son las mismas que el campo académico o de investigación. De lo que estamos seguros, por el momento, es lo que propone nuestro plan de estudios para la formación disciplinar y de lo que organiza en relación a contenidos según áreas de conocimientos y asignación de tiempos para su realización según las pautas de cursado. Este esquema que organiza la formación académica en seis años, posee un área de conocimiento que lleva el nombre de la disciplina, “arquitectura” y que concentra la mayor cantidad de horas de dedicación y que sostiene, cuál columna vertebral, una continuidad en los seis niveles. Esto no da una pauta que, en nuestra escuela de arquitectura, los estudiantes vienen a aprender a proyectar arquitectura. Ahora veremos que se entiende por ello.

La práctica del proyecto es, como toda práctica, una práctica social. Involucra no sólo al sujeto o conjunto de individuos que proyectan, sino a un grupo de personas, instituciones, profesionales, empresas, gremios, comercios, etc., que son parte fundamental para la producción de la arquitectura. Cada grupo social tiene sus propios intereses y obligaciones y son parte del proceso.

Aprender a proyectar sugiere, entonces, considerar a todos estos grupos como parte del problema. Aunque estemos atravesando una parte de nuestra formación muy instrumental, básica, pensar en aprender a proyectar involucra un aspecto fundamental, que es la ficción de imaginar el edificio construido.

Nuestra percepción del mundo, en términos de arquitectura, ciudad, de ambiente urbano o rural, lleva siempre a construir una imagen mental de lo que es. Esa imagen es una construcción intelectual que hacemos en nuestra mente gracias a nuestra capacidad de percepción, a través de nuestros sentidos. Esta imagen puede ser “imaginada” y traída a nuestro pensamiento cuantas veces nos sea necesario y útil. De la misma manera “imaginamos” al proyectar.

Aprendemos de a poco, gracias a un proceso ya experimentado, a construir en nuestras mentes una nueva realidad que tiene forma y espacio, pero que todavía no es tangible ni es perceptible, pero sí “imaginada” por nosotros. Esa capacidad intelectual es clave para quien proyecta, ya que esa imagen contiene en sí misma una serie de condiciones básicas para que en el futuro sea una obra construida y forme parte de la realidad de todos lo que habitan un determinado lugar.  Esas condiciones contienen a todos los agentes sociales que antes nombramos, es decir que de a poco vamos aprendiendo a proyectar, vamos incorporando todas esas condiciones, yendo de lo más simple a lo más complejo.

Nuestro plan de estudios va permitiendo aprender (organizado por áreas de conocimiento) todos los aspectos teóricos y prácticos que involucran esas condiciones que tiene la práctica proyectual que, por tratarse de una práctica social, involucra a muchos sujetos de nuestra sociedad. A medida que avanzamos en los niveles de la carrera, estas condiciones pasan de ser más teóricas a ser más concretas, transformándose muchas veces en los contextos legales y administrativos de nuestra práctica proyectual.

Nuestra asignatura, por su carácter introductorio, pretende propiciar la comprensión de todas las condiciones que involucra el proyectar (como práctica social), pero en términos teóricos. Vale decir que, de manera conceptual, vamos a ir abordando cada una de las nociones que están incluidas en la práctica del proyecto. Para lograr esta meta de aprendizaje utilizaremos una serie de lecturas que pertenecen a dos textos básicos escritos por Alberto Saldarriaga Roa.

Uno de estos textos es “Aprender Arquitectura: manual de supervivencia” (1996, Bogotá). Este libro nos permite introducirnos al problema del aprendizaje de la arquitectura y a abordar cuatro saberes básicos que son parte de la teoría de la asignatura:  saber proyectar, saber representar, saber construir y saber pensar. Estos cuatro saberes resultan un inicio clave para luego entrar en las nociones teóricas que forman parte de “el conjunto de saberes y prácticas de la disciplina arquitectónica” que, como dijimos antes en este texto, es el núcleo principal teórico de la asignatura.

¿Por qué el texto “Aprender Arquitectura, un manual de supervivencia”?

En principio, la respuesta es muy directa: porque forma parte concreta de los contenidos del núcleo teórico de la materia. Vale decir, su contenido es una de las referencias teóricas y bibliográfica que posibilitó una parte de la construcción de la teoría de la asignatura.

Pero en un segundo lugar, entendemos que las intenciones del libro son claras: el autor busca capitalizar lo aprendido como docente e investigador en Colombia, su país, y poner en aviso a quien pretenda estudiar y formarse en la disciplina arquitectónica, sobre cuáles son los problemas que se presentan a lo largo de la formación como arquitecto.

El libro está organizado en dos partes bien diferenciadas.

El inicio de la primera parte nos permite ingresar al contexto de la disciplina, planteando los límites del ejercicio del proyecto, su autonomía y su heteronomía, y su relación con las propuestas de formación homologadas en los distintos centros de formación internacionales y colombianos. Más adelante nos introduce en las teorías de la arquitectura occidental que han sido reconocidas por el “mundo” de la arquitectura, como también a los arquitectos y las obras de arquitectura consideradas paradigmáticas. La mayoría de los textos que intentan sistematizar la historia de la arquitectura occidental abordan éstas obras y teorías de arquitectura, los mismos autores son interpretados y analizados por diversos críticos, en distintas épocas desde el siglo I en adelante. A continuación, aborda el problema del arquitecto en sus relaciones con la cultura, la sociedad y el mercado laboral en su situacionalidad histórica. Luego es muy interesante el planteo del problema de la ciudad, como campo del oficio y ejercicio profesional del arquitecto, las ideas que han ido reflexionando sobre el fenómeno urbano, las utopías y las crudas realidades. La primera parte cierra con la introducción a las cuestiones acerca de los saberes necesarios para la formación y construcción de un campo disciplinar.

La segunda parte aborda fundamentalmente los problemas del aprendizaje, tomando como referencia su experiencia como docente, para luego ya desarrollar cada uno de los saberes en particular, cerrando con el saber aprender.

Este texto presentado, tiene las particularidades que lo hacen muy útil para introducir a los alumnos del primer nivel, si bien trabajaremos sólo algunos capítulos, durante estas actividades propuestas, se sugiere que su lectura sea completa.

Para terminar con éstas consideraciones sobre “Aprender Arquitectura”, es necesario destacar la extensa y rica lista de nombres, obras arquitectónicas, textos y teorías que allí son citados. Este texto permite, a través de la construcción de un texto paralelo como contexto del texto, identificar y desarrollar un vocabulario, como así también una primera aproximación a la historia de la arquitectura que, a nuestro entender, es un paso clave no solo para nuestra área de Teoría, Historia y Crítica Arquitectónica, sino también para el área de conocimiento del proyecto arquitectónico.

Este texto incluye actividades posteriores a su lectura en Google Classroom. Estas actividades podrán ser computadas al final del periodo de aislamiento social, preventivo y obligatorio.

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Hola Zaira. Ayer se mudó la ubicación del cuestionario de la semana pasada. Se encuentra en el posteo correspondiente de Classroom. No hay ninguna respuesta registrada a nombre de Zaira. Cuando respondas te llegara un mensaje de respuesta registrada.

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